Problemas de la ovulación

El ciclo menstrual normal puede variar entre 23 y 35 días, siendo en promedio de 28 días. Es común que en un año una mujer tenga uno o dos ciclos anovulatorios que se expresan como un ciclo menstrual irregular.

Cuando los ciclos son muy cortos o muy largos frecuentemente, significa que el ovario no está funcionando adecuadamente, no está produciendo un óvulo maduro cada mes. A esta situación se la llama anovulación.

Es una de las causas más frecuentes de infertilidad, responsable del 40% de las dificultades que se presentan en la mujer.

Existen diversas condiciones que pueden ocasionar anovulación. Podemos enumerar las siguientes:

– Síndrome de ovario poliquístico.

– Trastornos de la función de la glándula tiroides.

– Aumento de la hormona prolactina (hiperprolactinemia).

– Alteración de la función de las glándulas suprarrenales.

– Obesidad.

– Estrés

La anovulación crónica puede tener consecuencias para la salud de la mujer. La primera es la dificultad para lograr un embarazo. Otras pueden ser anemia, aparición de acné, aumento de peso, cólicos menstruales, endometriosis y problemas de colesterol. En su forma más extrema la anovulación puede terminar en un síndrome de ovario poliquístico.

Cuando se tienen constantemente ciclos irregulares se debe consultar al médico ginecólogo para buscar y tratar la causa. A veces, cuando la persona no está buscando activamente un embarazo, una forma de tratamiento consiste en usar pastillas anticonceptivas. Al contrario de lo que presuponen algunos mitos sobre estos medicamentos, además de regular los ciclos, pueden proteger la fertilidad futura, manteniendo niveles hormonales dentro de rangos normales y disminuyendo así la posibilidad de endometriosis y síndrome de ovario poliquístico.

Cuando la persona está en búsqueda de un embarazo, el tratamiento consiste en estimular el ovario para que produzca óvulos maduros. Hay muchas medicinas para inducir la ovulación pero deben usarse bajo supervisión médica.