Inducción de la Ovulación

Inducción de la Ovulación

– Es un procedimiento farmacológico que estimula al ovario para que produzca uno o más óvulos maduros

– Se pueden usar medicamentos por vía oral o inyectable

– Su efectividad es alta

La inducción de la ovulación es un tratamiento diseñado para estimular el ovario en las mujeres que tienen dificultades para que este expulse el óvulo maduro a mitad del ciclo, una condición llamada anovulación. También sirve como ayuda en otros tratamientos, tales como la Inseminación Artificial y la Fertilización In Vitro.

La anovulación es una de las causas más frecuentes de infertilidad, responsable del 40% de los problemas que se presentan en la mujer. Cada mes, alrededor de 1.000 a 1.500 óvulos de los que mantiene en reserva el ovario, inician un proceso de crecimiento y maduración que terminará en la producción de un solo óvulo maduro y su expulsión o ovulación. Los restantes 999 óvulos que no alcanzan a madurar, se quedan en las distintas etapas del proceso y terminan siendo desechados y reabsorbidos.

En este proceso estimulado, se puede intervenir al ovario para asegurarnos que efectivamente se produzca un óvulo maduro o, en ciertas circunstancias, que madure más de uno: ovulación múltiple o superovulación. Los medicamentos que se utilizan para este fin se llaman inductores de la ovulación.

Tipos de inductores de ovulación:
– Inductores por vía oral: el más común de esta categoría es el citrato de clomifeno (Omifin®, Zimaquin®), que se utiliza en forma de tabletas tomadas los primeros días de la menstruación. Otros medicamentos de esta categoría son los llamados inhibidores de la aromatasas (anastrozol o letrozol).
– Inductores inyectables: los más comunes de esta categoría son los llamados gonadotropinas (FSH, HMG). Estos son medicamentos más potentes que se usan cuando fallan los orales o cuando se desea tener un mayor número de óvulos. Por ello deben monitorearse más estrictamente. Esto se hace mediante ecografía y se inicia al segundo día del período menstrual. En ese momento se inician las medicinas para estimular el ovario. Se practican nuevas ecografías en los días siguientes, con el objetivo de observar el crecimiento de los folículos en los ovarios y planear los procedimientos que se vayan a realizar.
Una dieta saludable, ejercicio físico y reducción de peso ayudan notablemente al ovario para que este pueda ovular y responda mejor a la inducción de la ovulación. Una de las complicaciones frecuentes del uso de inductores de la ovulación es la obtención de un embarazo múltiple.