– La parte masculina se estudia por medio del espermograma o recuento espermático.
– La muestra del eyaculado se estudia en el laboratorio.
– Debe tener entre dos y cinco días de abstinencia sexual.
Es frecuente que parejas y médicos subestimen el papel del hombre en los estudios de fertilidad y que toda la atención se centre en el estudio y tratamiento de la mujer. Esto es una práctica equivocada porque cerca del 40% de las veces, el factor masculino es muy relevante.
Los hombres tienen la fortuna de que sus testículos fabrican millones de espermatozoides nuevos todos los días y que lo hacen durante toda su vida. Así que para el hombre, la edad no es un factor tan importante para la reproducción, como lo es para la mujer. Por otro lado, el testículo está más expuesto que el ovario a traumas, radiación, calor y otros factores del medio ambiente.
Cuando los espermatozoides son depositados en la vagina, ellos deben nadar una gran distancia atravesando todo el útero y la longitud de la trompa para llegar hasta el óvulo. Solo unos pocos espermatozoides, de los millones que empiezan la travesía, logran llegar. Una vez junto al óvulo, el espermatozoide tiene que atravesar una gruesa cubierta que lo envuelve (la zona pelúcida) para penetrar y fecundarlo.
De los espermatozoides que llegan, el óvulo permite que penetre solo uno. El espermatozoide que tenga las condiciones adecuadas tendrá la mayor posibilidad de lograrlo. Para tener éxito en la fecundación de los óvulos, es necesario entonces que el semen contenga muchos espermatozoides (más de 20 millones por mililitro), que estos sean grandes nadadores (buena movilidad) y que tengan la forma adecuada (morfología normal).
El estudio de fertilidad para el hombre comienza con un espermograma, en el cual se miran en el microscopio unas muestra del semen para determinar el número, movilidad y apariencia de los espermatozoides. Estos son los parámetros más importantes que se examinan, pero también pueden hacerse otras mediciones bioquímicas, inmunológicas y genéticas.
- Con respecto a la cantidad de espermatozoides:
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Azoospermia: ausencia total de espermatozoides.
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Oligozoospermia: un número de espermatozoides por debajo de lo que se considera normal.
2. Con respecto a la movilidad:
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Inmóviles: los espermatozoides no se mueven
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Astenozoospermia: los espermatozoides se mueven menos de lo que se considera normal.
3. Con respecto a la forma (morfología):
- Teratozoospermia: los espermatozoides con formas óptimas o “normales” son menos de los que se consideran óptimos.
Vale la pena anotar que pueden ocurrir variaciones normales en la producción de espermatozoides, tanto en la cantidad como en la calidad. Por este motivo, cuando se encuentra alguna alteración en el espermograma, debe repetirse el examen después de unas semanas para confirmar los hallazgos.
Cuando hay alteraciones persistentes en el espermograma, el hombre debe ser evaluado por un especialista: urólogo/andrólogo. Diversos factores de tipo hormonal, circulatorio (por ejemplo varicocele), con medicamentos, congénitos o genéticos, pueden causar alteraciones en la producción de espermatozoides y estos deben de ser tratados para favorecer la obtención de un embarazo. Otras veces debe recurrirse a la ayuda de técnicas de reproducción asistida.