Problemas de tiroides y fertilidad

– Los problemas de tiroides pueden causar complicaciones en el embarazo.

– La medición de la hormona estimulante de tiroides TSH y las hormonas tiroideas (T4, T3) son la base del diagnóstico.

– El tratamiento adecuado disminuye los riesgos durante la gestación.

La tiroides es una glándula que se encuentra en la parte anterior del cuello, tiene forma de mariposa y produce dos tipos de hormonas: triyodotiroxina (T3) y tiroxina (T4), bajo la influencia de la hormona estimulante TSH producida por la hipófisis (glándula localizada en la base del cerebro).

La función de las hormonas tiroideas es mantener el metabolismo del organismo, la capacidad de transformar el alimento en energía. Los problemas de la tiroides pueden ocurrir por producción deficiente (hipotiroidismo) o excesiva (hipertiroidismo) de estas hormonas. Ambas condiciones pueden afectar la capacidad de una mujer de quedar embarazada.
Hipotiroidismo
Es la producción insuficiente de hormonas tiroideas, las causas son múltiples, pero la principal es la destrucción de la glándula causada por anticuerpos: sustancias producidas por el propio cuerpo que, en condiciones normales, atacan las sustancias ajenas o extrañas en nuestro organismo. Otras causas de hipotiroidismo incluyen radiación o cirugía.
Los síntomas del hipotiroidismo son muchos y muy inespecíficos, incluso, en algunas ocasiones pueden no presentarse síntomas y solo se diagnostica esta condición cuando se realizan exámenes de sangre. En caso de ocurrir síntomas, estos pueden ser: fatiga, disminución de la capacidad para hacer ejercicio, aumento ligero de peso, intolerancia al frío, sensación de cansancio, piel seca y gruesa, uñas quebradizas, cabello delgado, estreñimiento, pérdida del deseo sexual y en las mujeres, puede producir alteraciones de la ovulación, irregularidades menstruales, incremento en la frecuencia de abortos espontáneos o en caso de lograr embarazo, mayor riesgo de parto prematuro.
En pacientes que se encuentran buscando un embarazo, es frecuente que se soliciten pruebas para evaluar la función tiroidea, porque algunas mujeres pueden presentar alteraciones leves de la función de la glándula, que al recibir tratamiento, aumenta las probabilidades ovular y por lo tanto, de conseguir un embarazo y disminuir las probabilidades de que ocurra un aborto.
Para el diagnóstico de hipotiroidismo se suele medir en sangre la hormona estimulante del tiroides (TSH), ya que ésta se incrementa cuando se disminuyen la T3 y T4.  En algunas ocasiones, puede ser necesario solicitar la medición de anticuerpos anti-glándula tiroides, esto no es necesario para el diagnóstico del hipotiroidismo, pero sí para tratar de encontrar la causa.
El tratamiento del hipotiroidismo, consiste en la sustitución de las hormonas que el cuerpo no produce en cantidades adecuadas. Se utiliza un medicamento llamado levotiroxina, similar a la hormona tiroxina (T4).  La evaluación de la respuesta al tratamiento se realiza con una medición de TSH luego de cuatro a seis semanas de iniciado el medicamento. Si la mujer se embaraza durante el tratamiento con levotiroxina, no se requiere suspensión del medicamento puesto que su uso no afecta el desarrollo del bebé y por el contrario, posiblemente sea necesario aumentarlo.
Hipertiroidismo
Es la producción excesiva de hormonas tiroideas, usualmente es causado por una condición llamada: Enfermedad de Graves, en la cual se producen anticuerpos que estimulan la actividad de la tiroides y la producción de T4 y T3. Otras causas menos frecuentes son el consumo inadvertido de yodo en exceso, nódulos tiroideos o inflamación de la glándula.
El hipertiroidismo es una condición que si no se trata, puede llevar a que se desarrollen condiciones crónicas graves como falla cardiaca u osteoporosis. Los síntomas del hipertiroidismo son variados y pueden incluir: intolerancia al calor, sudoración excesiva, incremento del tamaño de la glándula tiroides, ansiedad, dificultad para dormir, temblor, diarrea, ciclos menstruales irregulares, ausencia de la menstruación, infertilidad y pérdida de peso a pesar de consumo normal de alimentos.
El diagnóstico se realiza midiendo las hormonas TSH, T4 y T3 en la sangre. En algunas oportunidades puede ser necesario medir los anticuerpos estimulantes de la glándula tiroides y realizar estudios especializados como gammagrafía de la tiroides. El tratamiento puede incluir medicamentos antitiroideos (Metimazol o Propiltiouracilo), que afectan la síntesis de las hormonas tiroideas por la glándula. También se encuentran entre los tratamientos posibles, la destrucción de la glándula con uso de yodo radiactivo o la cirugía. Será el médico, basado en el origen del hipertiroidismo, quien plantee uno u otro tratamiento.
Si se encuentra en tratamiento para hipertiroidismo con medicamentos antitiroideos y desea un embarazo, se deberá discutir con su médico la posibilidad de utilizar Propiltiouracilo durante el primer trimestre del embarazo, dado que es una opción más segura para el feto que el Metimazol. Se sugiere que la enfermedad esté controlada previo a la búsqueda de embarazo.