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Sobrepeso, obesidad y fertilidad

El exceso de peso afecta a una gran parte de la población y está asociado a riesgos de problemas cardiovasculares, de desarrollar diabetes y otras complicaciones.

El sobrepeso y la obesidad se definen usando el índice de masa corporal (IMC). Este se calcula dividiendo el peso en kg por el cuadrado de la estatura en metros. IMC = kg/mt2. Hay varias páginas web que permiten hacer este cálculo automáticamente.

Ingresa aquí al Centro para control y prevención de enfermedades CDC.

Cuando este índice es mayor o igual a 25, se habla de sobrepeso y cuando es mayor o igual a 30, de obesidad.

En cuanto a fertilidad, en la mujer, el exceso de peso se asocia a menor fertilidad y disminución de la probabilidad de embarazo, tanto espontáneo como con tratamientos de reproducción asistida. En el hombre puede generar deterioro en los parámetros óptimos del semen.

El exceso de peso, en ambos sexos, se relaciona también con mayor número de complicaciones durante el embarazo y riesgo de enfermedad a largo plazo para el hijo.
Para las personas que están planeando buscar un embarazo y tienen exceso de peso, es recomendable disminuirlo. Lo ideal es hacerlo con cambios en el estilo de vida (dieta saludable y ejercicio), pero si es necesario, también con medicación o cirugía. Está demostrado que hacerlo disminuye los riesgos y complicaciones.
Otras fuentes de información:
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Alternativas para problemas en los espermatozoides

La solución para la infertilidad masculina Severa.

La Inyección Intracitoplásmica de Espermatozoides – ICSI.

En el proceso natural de fecundación, se requiere que un gran número de espermatozoides llegue hasta el óvulo para que, en conjunto, rompan la barrera que lo rodea (zona pelúcida) y se logre la fecundación. El descubrimiento del ICSI, en la década de los 90, permitió que, con un solo espermatozoide, se logre obtener fecundación del óvulo. Esto se hace mediante el uso de un micromanipulador que atrapa un espermatozoide en una aguja microscópica y lo introduce directamente en óvulo durante un ciclo de fertilización In Vitro.

El ICSI se usa entonces cuando los espermatozoides no se mueven por sí mismos, hay muchos espermatozoides anormales, son muy pocos, e incluso, cuando no hay espermatozoides en el eyaculado. En este último caso, hay una muy buena posibilidad de que sí los haya en el testículo. Estos se pueden obtener por punción o biopsia del testículo y utilizarlos en un ICSI.

Otras Opciones:

Cuando no se encuentran espermatozoides ni en el eyaculado ni en la biopsia, el hombre no desea hacerse la biopsia testicular o tiene una enfermedad genética que no desea transmitir a sus hijos, se puede recurrir a la Inseminación Artificial con semen donado (IAD). En este caso, se obtienen espermatozoides de un banco de semen y se introducen al sistema reproductor de la mujer al momento de la ovulación.

Otras fuentes de información

ASRM

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Problemas de la ovulación

El ciclo menstrual normal puede variar entre 23 y 35 días, siendo en promedio de 28 días. Es común que en un año una mujer tenga uno o dos ciclos anovulatorios que se expresan como un ciclo menstrual irregular.

Cuando los ciclos son muy cortos o muy largos frecuentemente, significa que el ovario no está funcionando adecuadamente, no está produciendo un óvulo maduro cada mes. A esta situación se la llama anovulación.

Es una de las causas más frecuentes de infertilidad, responsable del 40% de las dificultades que se presentan en la mujer.

Existen diversas condiciones que pueden ocasionar anovulación. Podemos enumerar las siguientes:

– Síndrome de ovario poliquístico.

– Trastornos de la función de la glándula tiroides.

– Aumento de la hormona prolactina (hiperprolactinemia).

– Alteración de la función de las glándulas suprarrenales.

– Obesidad.

– Estrés

La anovulación crónica puede tener consecuencias para la salud de la mujer. La primera es la dificultad para lograr un embarazo. Otras pueden ser anemia, aparición de acné, aumento de peso, cólicos menstruales, endometriosis y problemas de colesterol. En su forma más extrema la anovulación puede terminar en un síndrome de ovario poliquístico.

Cuando se tienen constantemente ciclos irregulares se debe consultar al médico ginecólogo para buscar y tratar la causa. A veces, cuando la persona no está buscando activamente un embarazo, una forma de tratamiento consiste en usar pastillas anticonceptivas. Al contrario de lo que presuponen algunos mitos sobre estos medicamentos, además de regular los ciclos, pueden proteger la fertilidad futura, manteniendo niveles hormonales dentro de rangos normales y disminuyendo así la posibilidad de endometriosis y síndrome de ovario poliquístico.

Cuando la persona está en búsqueda de un embarazo, el tratamiento consiste en estimular el ovario para que produzca óvulos maduros. Hay muchas medicinas para inducir la ovulación pero deben usarse bajo supervisión médica.